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¿Cómo atraer más posibles clientes a tu página web?
¿Cómo convertir las oportunidades de venta que visitan tu página web en clientes?
El diseño web tiene mucha importancia en el proceso de convertir un visitante en cliente, pues es lo primero con lo que se va a topar el posible cliente, la cara visible de nuestro negocio que podríamos comparar con el escaparate de una tienda física.
Para realizar ventas online en nuestro negocio deberemos respondernos a dos simples preguntas:
¿Cómo atraer más posibles clientes a tu página web?
¿Cómo convertir las oportunidades de venta que visitan tu página web en clientes?
Para atraer oportunidades de venta a la web se haría con un buen trabajo de marketing online, pero como convertir ese trabajo de marketing en ventas reales, eso es lo que analizamos en este artículo dando las pautas para poder conseguirlo. No se trata de producir una web con aspecto bonito, sino que tiene que ir en consonancia con lo que se quiere conseguir, lo cual suele ser una conversión en forma de email, compra, que se haga clic en unos anuncios, etc. Como dicen los americanos, que en temas de marketing lo inventan todo, una web debe cumplir tres simples reglas para poder vender, teniendo en cuenta que no hay una persona física que pueda convencer al posible cliente de las maravillas de nuestro producto se deben seguir estas tres reglas: visión, confianza y lo que llaman los americanos “call to action”, la llamada a la acción.
Índice
Un web tiene que ser atractiva, entrar por los ojos, con eso ya hemos dado un paso importante.
Cuando hablamos de diseño web manejamos una serie de términos y uno de los más usados es el de interfaz web, que no es más que los elementos gráficos que forman la web en su parte visible, lo que el usuario final ve y con lo que interactúa.
La idea es que la interfaz web sea bonita, clara y sencilla, pues el objetivo no es otro que el lector pueda navegar por todos los contenidos sin dificultad, con botones que le permitan ir de una sección a otra sin perderse.
En definitiva, con la interfaz web se mejora la experiencia de usuario, que cada vez es más importante en el posicionamiento SEO, pues una web con una “usabilidad” mala generará mucho rebote, el que las personas la cierren a los pocos segundos de abrirla y entren en otra.
Puede parecer que diseñar una interfaz web es sencillo, pues basta con que sea clara, que tenga un botón para volver a la home, enlaces a las distintas secciones o categorías, pero es mucho más complicado de lo que parece.
Aquí vamos a tener que combinar el diseño web con la conversión, pues de nada sirve una web muy bonita con un diseño inmejorable, si luego no hay conversión que es lo que nos va a hacer ganar dinero.
En este aspecto la confianza bien colocada en la web es el segundo paso vital en la venta por internet. La confianza se consigue poniendo diferentes cosas que muestren que somos alguien real, que existimos, bien poniendo que llevamos tantos años o tenemos la tienda en la calle tal o que nuestros clientes son distintas marcas, incluso poniendo una breve descripción de la empresa. El tema es que la confianza hay que saber colocarla, debe ir después de la visión porque de nada nos sirve que lo pongamos en el pie de página o después de los servicios porque no tenemos aún esa confianza.
Al diseñar una landing page o página de aterrizaje, esta debe de tener una llamada a la acción o CTA que sea visible, pues ayudan a que se haga la conversión.
A veces, la llamada a la acción se pone en un lugar que se ve menos, quizá por mejorar el diseño o para que no parezca un tanto agresiva, pero esto es un error cuando lo que queremos son conversiones.
Por eso, el CTA nunca se debe esconder, situarlo a mitad de la página o relegarlo al final, sino que se tiene que ver desde el principio e incluso anclarse o ponerlo de forma que el usuario lo vea en todo momento con el fin de recordarle lo que debe hacer.
Antes de comenzar con el diseño web de una página de aterrizaje, lo normal es reunirse con el cliente con el fin de ponernos de acuerdo a la hora de crear una interfaz, en la que nos suelen pedir que los colores que usemos sean los de la empresa.
Se trata de un error, pues aquí queremos conversiones, de manera que podemos emplear la teoría del color, que dice que este influye en el subconsciente de las personas y en su decisión de compra.
Con esta teoría podemos elegir los colores, pero lo cierto es que los llamativos como el rojo o el naranja funcionan muy bien, más si destacan sobre el resto del diseño.
Si quieres saber más de este tema puedes leer nuestro artículo: Gama de colores en páginas web. Elección de colores para su diseño.
Un truco que se emplea mucho cuando se quiere una conversión es dar algo a cambio. Por ejemplo, si queremos que nos dejen un mail podemos ofrecer un ebook gratuito que le llegará a ese email.
Hoy los usuarios no dan sus datos así como así, por lo que hay que destacar los beneficios que van a obtener con la descarga de ese ebook, y para ello podemos colocar lo que en el mundo anglosajón se llaman “bullet points”.
Son frases cortas con iconos, imágenes y todo lo que se nos ocurra para captar la atención del usuario y conseguir que tome la decisión de dejarnos su email.
Lejos queda aquella web inicial en la que el texto era lo que predominaba, aderezado con unos links que destacaban con su color azul.
Es cierto que el texto sigue siendo importante, pero los elementos multimedia deben estar presentes, y en muchos casos son los que marcarán la diferencia, los que conseguirán la conversión.
Siguiendo con el ejemplo del ebook que podemos ofrecer, habrá que poner imágenes, hacer un vídeo sobre lo que nos da este libro e incluso grabar algunos testimonios que hablen de cómo les ha ayudado la descarga del ebook.
Esto hace que el usuario confié más y que decida darnos su email para recibir el libro y las posteriores comunicaciones comerciales.
El formulario no es más que la parte de la interfaz web en la que el usuario nos da sus datos y aquí hay que jugar con la sencillez, evitando pedir demasiados, lo que conseguirá espantarlo.
De hecho, lo mejor es solicitar únicamente un nombre y un email, para lo cual hay que ponerlo muy fácil, con un texto que diga “nombre” y un espacio en blanco debajo y lo mismo para el email, puesto que de no hacerlo así habrá usuarios que no sabrán qué poner y perderemos la conversión.
En el diseño web suele funcionar la máxima de “menos es más”, y esto va muy bien a la hora de crear una landing en la que el objetivo es la conversión.
Incluso es posible centrarse en las llamadas a la acción, simplificando aún más la página, eliminando todos los componentes de usabilidad para navegar por la web, pues aquí lo que interesa es obtener el email.
Siempre hay que recordar que una landing no tiene nada que ver con el resto de las páginas, así que el diseño web debe estar en consonancia, centrado en ese objetivo de convertir por encima de todo.
